TURBA NEGRA EN CASABLANCA V REGION VALPARAISO en Casablanca

Un Abono orgánico es un fertilizante que no está fabricado por medios industriales, como los abonos nitrogenados (hechos a partir de combustibles fósiles y aire) o los obtenidos de minería, como los fosfatos o el potasio. En cambio los abonos orgánicos provienen de animales, humanos, restos vegetales de alimentos u otra fuente orgánica y natural



La turba, dada su composición botánica de origen juncáceo, permite una gran absorción de agua. Es altamente descompuesta y de origen muy antiguo (aprox. 10.000 AC), de color negro oscuro debido al alto porcentaje de materia húmica. La turba negra tiene una alta capacidad de absorción de nutriéntes presentes en los fertilizantes. Estos son almacenados y dispersos gradualmente a través del suelo. De otro modo, valiosos nutrientes se perderían por lixiviación. Favorece el crecimiento natural de las plantas conservando la humedad y acelera el proceso de germinación. Su composición es ligeramente ácida.
El valor de la Turba Negra en la agricultura puede resumirse en tres variantes:
• Abono orgánico o fertilizante,
• Enmienda orgánica o húmica
• Sustrato de cultivo.
En la mayor parte de los sistemas de cultivo, el no aportar materia orgánica de ningún modo produce una progresiva disminución del nivel de humus del suelo. Esta pérdida conlleva diversos problemas como: erosión acelerada, deterioramiento de las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo y una pérdida genérica de fertilidad en sentido amplio. La aplicación de Turba Negra para contrarrestar esta pérdida se denomina genéricamente enmienda húmica de mantenimiento, mientras que si se aporta materia orgánica para aumentar el nivel de humus existente se habla de enmienda húmica de corrección.
La Turba Negra no sólo ejerce efectos positivos sobre las tierras donde se aplica sino que su aporte en oligoelementos disminuye (provocando disminución en costos al aplicarlos en forma externa) y evita la aparición de enfermedades carenciales en los cultivos, también puede descartar un buen número de enfermedades fúngicas en los cultivos de hortaliza gracias a que la Turba Negra se comercializa esterilizada vía UV.
Cuando hablamos de utilización de turba negra en cultivos hay que hacer dos claras diferencias tanto en su formulación como en su uso y aplicación:
El cultivo de plantas en sustrato presenta diferencias sustanciales respecto al cultivo de plantas en pleno suelo, al cultivar en contenedor ( técnica utilizada por viveros) las características de este resultan decisivas en el correcto crecimiento de la planta, ya que se produce una clara interacción entre las características del contenedor (altura, diámetro, etc.) y el manejo del complejo Planta-Sustrato, en este caso el volumen del sustrato es limitado y de este sustrato las plantas absorberán el oxigeno, agua y nutrientes, la aplicación de Turba Negra permite que estos nutrientes sean absorbidos por la planta en su totalidad debido a su capacidad de intercambio cationico , permitiendo retener estos nutrientes y que no se vayan a través del lavado ( riego). Al utilizar Turba Negra esta se debe mezclar con un expansor mecánico (arena, aserrín, perlita), que permita proporcionar aireación al sustrato, permitiendo que las raíces se desarrollen en buenas condiciones, generalmente en este tipo de cultivos las temperaturas están controladas y los niveles de nutrientes se acostumbran a ser altos, se produce una mayor absorción de agua y transpiración por parte de la planta, debido a que el tiempo de apertura de estomas es mayor, esto obliga a regar frecuentemente para que en todo momento exista agua fácilmente disponible en el sistema radicular, la utilización de Turba Negra permitirá ahorros significativos en costos de riegos y su consecuencia en perdidas de nutrientes.